Las durezas en los pies son un problema común que afecta a muchas personas. Estas áreas endurecidas se forman a base de piel muerta y queratina que se amontona en capas una encima de otra.
Por otra parte, las durezas en los pies, también pueden causar molestias y dolor, especialmente al caminar. En los salones de estética, se cuenta con técnicas adecuadas para tratarlas y mejorar la situación.
Tratamiento de exfoliación con sales
Si te estás preguntando qué debes hacer, tienes que saber que en un salón de estética así como en tu casa, puedes aplicar varias técnicas para tratar las durezas.
Para empezar, sumerge los pies del cliente en un baño de agua tibia, con sales minerales y aceites esenciales o productos específicos que ayuden a ablandar la piel, facilitando la eliminación de durezas. Este paso no solo es funcional sino también relajante, y con él conseguirás un ambiente idóneo para el cliente.
Más tarde el proceso continua con cremas o piedras pómez, que ayudan a suavizar la piel y reducir las durezas de forma efectiva. Hazlo siempre con firmeza pero ten cuidado, pues el baño de antes puede que no haya terminado, en algunos casos, de ablandar bien la capa de dureza.
Si te ocurre esto no pasa nada, repite el paso anterior durante un poco más de tiempo, y deja que las sales con el agua tibia vayan haciendo efecto.
Tratamiento exfoliante con ácidos frutales y aceites
Los ácidos de las frutas son compuestos naturales que se encuentran sobretodo en los cítricos.
Estos ácidos son conocidos por sus propiedades exfoliantes, que ayudan a descomponer las capas superficiales de la piel. El ácido glicólico, derivado de la caña de azúcar, y el ácido láctico, encontrado en productos lácteos son de los más utilizados en pedicura.
Estos ácidos no solo exfolian, sino que también estimulan la producción de colágeno, mejorando la textura y la vitalidad de la piel.
Además, tras la exfoliación, los aceites esenciales aportan sus propiedades hidratantes y terapéuticas. Aceites como el de jojoba, el de almendras dulces y el de argán son ricos en vitaminas y antioxidantes, que nutren y reparan la piel.
El aceite de árbol de té (lo venden en el súper), es conocido por sus propiedades antifúngicas y antibacterianas. Este aceite es especialmente útil para tratar problemas comunes de los pies como las uñas frágiles, además e tener más usos, como por ejemplo para tratar pieles grasas en la cara.
Consejos para el Mantenimiento en Casa
Además de los tratamientos en el salón, es esencial mantener una rutina adecuada en casa. Aplicar cremas hidratantes regularmente, así como utilizar calcetines de algodón durante la noche, puede contribuir a la suavidad de los pies. También es recomendable evitar calzado ajustado, ya que puede generar más durezas. Con los cuidados adecuados, disfrutarás de unos pies sanos y libres de molestias.
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